La dinámica de los humedales está fundamentalmente controlada por la hidrología y la temperatura, por lo que cambios en la temperatura, la precipitación y la humedad relativa del aire provocados por cambios en el clima provocan efectos hidrológicos como la disminución en la aportación de agua y aumentos en la evaporación, lo que a su vez provoca efectos limnológicos como disminución en el período anual biológicamente activo, aumento en la frecuencia y severidad de desecación y cambios en el volumen de agua. Bajo escenarios de cambio climático, lo anterior puede verse amplificado al actuar en conjunto con otro rango de presiones antropogénicas que alerta sobre una mayor preocupación inmediata sobre los humedales y la provisión de sus bienes y servicios a corto y mediano plazo.
Los humedales de Costa Rica no están exentos a los actuales y futuros cambios en el clima. Por tanto, surge la necesidad de tomar acciones de adaptación al cambio climático, siendo los humedales del Parque Nacional Palo Verde donde se desarrollaron acciones concretas de adaptación, con el objetivo no solo de generar el mejoramiento o mantenimiento de la resiliencia del sitio Ramsar, sino también, el de obtener experiencias de campo que sirvan como ejemplos prácticos de futuras intervenciones en otros humedales del país.
Los impactos previsibles del cambio climático sobre un humedal pueden ser variados: a) Descenso de los recursos hídricos que les mantienen; b) Aumento de la evaporación en lámina libre derivado del aumento de temperatura y cambios en el régimen higrométrico del aire y en el de vientos; y la c) Subida del nivel medio del mar por expansión térmica del agua. Esta variación plantea un desafío a la hora de diseñar medidas de adaptación al cambio climático.
El presente artículo tiene como objetivo describir las experiencias realizadas a nivel de campo para el diseño de medidas de adaptación en un humedal Ramsar localizado en una región de bosque seco.