Los científicos tienen la difícil tarea de transmitir claramente al público las consecuencias ecológicas de la pérdida de bosques y humedales. Para abordar este desafío, se analizó las emisiones atmosféricas de carbono derivadas de la deforestación de los manglares hasta el nivel de un consumidor individual. Este tipo de cuantificación representa la “huella de carbono del uso de la tierra”, o la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) generados cuando los ecosistemas naturales se convierten para producir productos básicos. Sobre la base de mediciones de carbono de ecosistemas de 30 bosques de manglares relativamente inalterados y 21 estanques de camarones adyacentes o pastizales para ganado, determinamos que la conversión de manglares produce emisiones de GEI que varían entre 1.067 y 3.003 megagramos de dióxido de carbono equivalente (CO2e) por hectárea. Hay una huella de carbono del uso de la tierra de 1.440 kg de CO2e por cada kilogramo de carne de res y 1.603 kg de CO2e por cada kilogramo de langostino producido en tierras anteriormente ocupadas por manglares. Una cena típica de un bistec y un cóctel de camarones cargaría a la atmósfera con 816 kg de CO2e. Esta es aproximadamente la misma cantidad de GEI producidos al conducir un automóvil de bajo consumo de combustible desde Los Ángeles hasta la ciudad de Nueva York. La falta de inclusión de la deforestación en las evaluaciones del ciclo de vida subestima en gran medida las emisiones de GEI de la producción de alimentos.
Kauffman JB, Arifanti VB, Trejo HH, et al (2017). The jumbo carbon footprint of a shrimp: carbon losses from mangrove deforestation. Front Ecol Environ. doi: 10.1002/fee.1482
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