La República Dominicana tiene una importante variabilidad climática asociada a su geografía, y a los efectos de El Niño y La Niña, tormentas tropicales y huracanes. Además, en las últimas décadas hay tendencias claras de aumento de la temperatura promedio anual. La provincia de Montecristi está en la costa norte de la isla, donde las inundaciones y la erosión de las playas son consecuencias claras de eventos de lluvia más intensos y del aumento del nivel del mar.
Estos procesos tienen efectos negativos sobre los manglares y bosques ribereños, ambos ecosistemas clave para la adaptación de los medios de vida de la provincia, los cuales se suman a los efectos históricos como la contaminación de los cuerpos de agua por agroquímicos, el aumento de sedimentos en los ríos y canales, la acumulación de basura, la deforestación y la alteración del flujo de agua.
El propósito de este análisis de vulnerabilidad es identificar cuáles son y cómo se distribuyen estos vectores de cambio, el impacto que están teniendo en los manglares y bosques ribereños, la capacidad adaptativa de los medios de vida más relacionados con estos ecosistemas, y las acciones prioritarias para su restauración.
El análisis se basa en ejercicios de mapeo participativo y en la revisión de literatura, con lo cual el CATIE pone a disposición los resultados de investigación científica, trabajos técnicos y la percepción de expertos locales.
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